DAJABON LA ULTIMA PROVINCIA DE HAITÍ
Esta
provincia hace fronteras con la República Dominicana, es un pueblo satisfechamente célebre, forma parte del archipiélago pintoresco de la región norteña de Haití.
Que
paz que hay aquí.
Es
una de las ciudades haitianas donde reina la armonía, se pueden apreciar los
niños haitianos jugando libremente en los parques, durmiendo en las glorietas,
orinándose en el busto de un señor con un gran bigote.
Cuanta
felicidad, que bien se vive aquí.
Las
madres paridoras dando a luz días y noches en el hospital sin problemas
ninguno, las medicinas son gratis, la nacionalidad es automática.
Qué
más podemos pedir.
Cuando
uno de nosotros tiene gripe, va y busca medicamentos para los vecinos, la
calle, el barrio, la comunidad y el
sector, las medicinas que nos sobran se
la vendemos a los dominicanos en el mercado.
Cuanto
amor cuanta felicidad.
Los
haitianos de esta provincia, vivimos felices, los militares se preocupan mucho
por nuestra seguridad, hasta por una nublazón serramos la puerta de la
frontera, nadie dice nada.
Cuanto
regocijo, cuanta paz, cuanto amor, cuanta leña, cuanto carbón, cuanta
felicidad.
Después
de las Jornadas diarias de trabajo viene una guagua amarilla y nos llevan hasta
el frente de las casas.
Nuestras
emisoras operan libremente en todas las frecuencias de la zona, la señal
telefónica es la más nítida de la región.
Cuanta
paz cuanta libertad
Que
felices somos, esta es la mejor provincia de Haití.
La
armonía es tan grande que improvisamos mercaditos en el frente de cualquier
casa o negocios, los haitianos dueños de lo mismo son muy felices.
Esta es la única provincia Haitiana donde los enajenados mentales son profesores
de atletismo en las salidas de los colegios.
Que bien, que aplicado somos.
Cuando
despertamos en la mañana tenemos leche, agua, comida y jugo en los refugios del Cesfront y del ejército.
Cuanto confort.
Nuestro
río parece una tarjeta postal, que belleza cuantos colores, estamos muy felices,
ni agua tiene para producir mosquito.
Qué
lindo es vivir aquí, que chulería es estar en Haití.
Es
la única provincia de Haití, que tiene dos monedas, el peso y el gourde,
pagamos como quieras y donde quieras.
Ser
haitiano motoconchista es una bendición que deja más que una profesión.
Dejamos
atrás las diferencias con los
dominicanos por eso les permitimos venir
lunes y viernes a comprar a nuestro
mercado.
Pero
que gente sin costumbres estos dominicanos, que difícil es lidiar con esta
raza, se orinan al lado de las ventas, defecan donde mismo comen, dejan su
basura por doquier.
Que
abandonados que son estos dominicanos.
Cuanto
júbilo.
Aquí
hay dominicanos que se atreven a decir que esta provincia no es la mejor de
Haití
Libremente
transitamos, no importa lo que hagamos tenemos
el apoyo de los derechos humanos.
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